El equilibrio de la provincia de Alicante entre costa y montaña tiene diversos lugares donde se observa a la perfección. Uno de ellos es el municipio de Tàrbena, situado en el interior de la comarca de la Marina Baixa y desde donde se puede observar el mar mientras se respira el aire puro de la montaña.
Tàrbena es uno de esos balcones idílicos al Mediterráneo. Sus numerosas rutas de senderismo se asoman a las relucientes aguas costeras. Esta gran belleza paisajística acompaña al visitante durante toda su estancia en la población.
Almendros, cerezos y olivos dibujan el horizonte medioambiental de Tàrbena, al igual que los olores de romero, tomillo o manzanilla. Las paredes rocosas de la sierra de Ferrer abrigan este pueblo con pasado íbero, romano y árabe. De hecho, estos últimos fueron expulsados de estas tierras en el siglo XVII y tuvieron que ser colonos mallorquines quienes repoblaran el municipio.
A estos últimos se les debe la peculiaridad del lenguaje ‘salat’, ya que es el único municipio valenciano que lo conserva. Se puede observar en lugares de interés de la población como las Cuevas del Somo, Cuevas de Ses Lletres o Cuevas del Moret; Sa Font Blanca y Sa Font dels Taronjers; el Barranco de Ses Lletres y numerosos puntos idílicos naturales de su entorno.
Los turistas encontrarán en Tàrbena embutidos elaborados localmente, así como aceite de la zona y miel. No solo para llevárselos a casa, sino también para degustarlos en los establecimientos gastronómicos que se encuentran en la pequeña localidad. ¿Has probado la deliciosa coca con tomate y pimientos o el potaje de Tàrbena?
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