Hay una canción del cantante y escritor valenciano Paco Muñoz que se ha convertido en el himno de la Serra de Mariola: «Serra de Mariola, tota a floretes, tota a floretes si, tota a floretes no, tota a floretes» (Sierra de Mariola, toda de flores, toda de flores, toda de flores sí, toda de flores no, toda de flores). De eso vamos a hablar, de la espectacular riqueza de la Sierra de Mariola.
La Sierra de Mariola forma parque de uno de los parques naturales del interior de la provincia de Alicante. Ocupa una extensión de casi 20.000 hectáreas en las comarcas de L’Alcoià, El Comtat y La Vall d’Albaida.
Una de sus características es la diversidad de su flora. Los botánicos han llegado a catalogar hasta 2.000 especies. Un paseo, aunque corto, es un premio para la vista y para el olfato. Cada hierba en estas tierras tiene un olor característico que invita a acercarse a las hojas y flores que crecen alrededor de sus caminos. Esta vegetación de Mariola es muy utilizada para poner la guinda a diferentes creaciones culinarias, pero también pueden formar parte de bebidas alcohólicas gracias al toque de sabor que le pueden dar. Algunas de estas hierbas más conocidas son la salvia, el tomillo, el romero, el fresnillo, el espliego o el rabo de gato.
Uno de los árboles que encontramos en la mayoría del territorio es la carrasca. Las repoblaciones en algunas de las zonas de la sierra ha provocado que prolifere también el pino carrasco. En las zonas más húmedas y sombrías, estos árboles se mezclan con el llamado bosque mixto mediterráneo. Aquí la presencia de los caducifolios es mayor, con el fresno, el arce o el quejigo como principales referencias. También el tejo es un árbol importante en la vegetación de la Mariola, con grandes extensiones en la zona de Agres.
Además de hierbas y árboles, esos paisajes y aromas de Alicante Interior, los arbustos abundan también a lo largo de este paisaje. El durillo, el rusco, la madreselva o la jara son algunos de estos ejemplos de especies arbustivas.
Ya sea por interés medicinal, por descubrir vegetación autóctona en su estado natural o por adentrarse en una de las zonas más verdes de este territorio, pasear entre la vegetación de la Mariola es una de las experiencias que todo amante de la naturaleza no se puede perder. Alcoy, Banyeres, Bocairent, Alfafara, Agres, Muro y Cocentaina. Las opciones son muchas y en cada una de ellas se mezcla el olor y la belleza de una flora llena de virtudes que crece en las comarcas centrales como recurso indispensable de los habitantes que la custodian.
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