Todo destino turístico tiene unas características propias que lo hacen especial y único. Cuantas más propuestas haya y sean de diferente índole, mejor será para aquellos que buscan salir de su rutina diaria en sus escapadas. El interior de la provincia de Alicante es uno de esos lugares que presume de cuidar sus atractivos turísticos durante todo el año, pero si nos paramos a pensar, ¿qué se encuentra un turista en su primera visita a este lugar, tan cercano y tan desconocido?
Es difícil no quedarse impactado por el entorno paisajístico de las comarcas que conforman el interior de la provincia. La presencia de dos parques naturales, el de la Font Roja y el de la Mariola, centra las miradas de los turistas, atraídos por montañas y vegetación allá donde se dirijan sus miradas. Cuando salen a explorar estos alrededores naturales se encuentran con el característico olor de hierbas aromáticas que crecen en ellos, especies que luego pueden degustar en las bebidas típicas de la zona como el herbero.
Además de esta bebida espirituosa, los visitantes pueden probar el café-licor, popularizado en las comarcas del interior por su presencia en las fiestas de Moros y Cristianos. Esta gastronomía de montaña se ve reforzada con la presencia de platos de cuchara, tan demandados y apetecibles ahora que empieza a bajar el mercurio de los termómetros. Carnes a la brasa, creaciones al horno o salazones, utilizados en la pericana, son recurrentes para la infinidad de restaurantes con cocina de mercado que hay en la ciudad y las poblaciones vecinas, entre ellos varias Estrellas Michelín y Soles Repsol.
Estos manjares van de la mano de los productos que genera esta tierra. El aceite de oliva virgen extra es uno de los estandartes de la gastronomía de montaña que tanto gusta a los turistas. La presencia de oliveras milenarias en los valles de Seta y de Travadell son el mejor cartel para demostrar la calidad del producto que generan estos árboles. Vino, miel y dulces forman parte de esos artículos gastronómicos que a todo turista le gusta llevarse como recuerdo.
Antes de marcharse, el visitante dispone de un amplio catálogo de experiencias a través de actividades para todas las edades. A pie, a caballo, en bici o en vehículo motorizado. Todo opción es buena para recorrer caminos y senderos de la zona. Las rutas y caminos homologados hacen del senderismo una actividad sana y fácil de practicar en este terreno. También los amantes de la bicicleta disponen de carreteras y senderos con diferentes niveles de dificultad. Las excursiones a caballo son una manera de ver el paisaje desde otro punto de vista, mientras que las salidas ‘touring’, en moto o coche, son ideales para transcurrir entre pueblos por sus sinuosas curvas que esconden rincones de belleza natural.
Todo ello, acompañado de alojamientos de todo tipo. La variedad en la zona hace que el visitante pueda escoger entre un ambiente rural, una estancia urbana o una experiencia en alojamientos exclusivos. Los asociados a Turismo Alicante Interior sabemos que la calidad y la hospitalidad son nuestra seña de identidad y que quien llega hasta el interior de la provincia de Alicante siempre repite.
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