Una de las poblaciones del interior de Alicante que mejor conserva sus encantos medievales es Cocentaina. Estos se destacan todavía más durante la fiesta más importante de la localidad: la Fira de Tots Sants. Pero sea en la época que sea, se disfruta paseando por su casco antiguo o por los parajes naturales que la rodean.
Cocentaina está situada al norte de la provincia y es capital de la comarca de El Comtat. Tanto en su entrada sur, llegando de Alcoy, como en su entrada norte, tras salir de Muro, el visitante divisa primero que todo su castillo. Esta fortificación, ubicada en pleno paraje de la Sierra de Mariola, vigila el municipio desde 765 metros de altitud sobre el nivel del mar.
Se levantó entre el siglo XIII y XIV como torreón de planta cuadrada y mide 13,60 metros de lado y 12,50 de altura. En su interior, los visitantes pueden encontrar una exposición sobre la historia del castillo, los señores feudales que lo poseyeron y el armamento utilizado en él.
Otra de las maravillas de Cocentaina, que además se divisa desde el castillo, es el Palau Comtal. La fortificación alberga en su interior cantidad de historias y elementos artísticos, tales como cuadros, esculturas o estancias. Es el ejemplo de lugar de obligada visita si le preguntas a cualquier habitante del municipio.
Ante esta imponente fortificación, la plaza de El Pla acoge algunas de las fiestas más importantes de Cocentaina. En ella empieza a desfilar la Virgen del Milagro cada 19 de abril. También sirve como final de los desfiles de Moros y Cristianos. Y como no, concentra numerosas personas durante cada edición de la Fira de Tots Sants.
Esta feria se despliega por toda la población, con zonas diferenciadas entre ellas según sectores o tipo de venta o servicio. Con la celebración del 1 de noviembre, Día de Todos los Santos, Cocentaina se transforma durante unos días por completo. Es aquí donde los aires medievales toman más cuerpo aún. Los autóctonos lo llaman ‘oloreta a Fira’, que se suele notar ya durante las semanas previas.
Ese olor a feria es agradable, al igual que el resto de elementos que conserva Cocentaina. Los restos de la muralla medieval, el barrio de El Raval o las iglesias de El Salvador y Santa María son dignos de visita también.
Por si fuera poco, la gastronomía también está muy presente en la cultura contestana. Elaboraciones como la pericana, la olleta o el espencat están muy arraigados, al igual que las bebidas como el café licor, el herbero o la mistela. ¿Todavía no has degustado la cocina de montaña?
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