Si hay un reclamo turístico genérico por encima de todas las sorpresas por descubrir en la provincia de Alicante es su proximidad costa-interior. Pasar de las magníficas vistas marítimas al aire puro de la montaña es cuestión de minutos y el objetivo de esta ruta 2, que une Alicante y Villena a través de 106 kilómetros de disfrute sobre la moto.
La salida la tomamos en el castillo de Santa Bárbara de la capital provincial. Asomarnos al mar nos sirve como punto de partida para una ruta que conecta la brisa mediterránea con la naturaleza interior.
El primer punto de la ruta, tras dejar atrás Alicante, se sitúa en Busot. De castillo a castillo, ya que esta población conserva también una fortaleza de obligada admiración. A muy corta distancia, las cuevas de Canelobre nos sumergen en un mundo subterráneo asombroso. Son uno de los principales atractivos naturales de toda la provincia de alicantina, con una de las bóvedas más altas de toda España, cuya altura alcanza los 70 metros.
La siguiente población que atraviesa la ruta de Touring Alicante Interior es Xixona. Tierra de turrones y helados, también está vigilada por una fortificación como la Torre Grossa. El castillo continúa ejerciendo de vigía desde que en el siglo XII los almohades lo construyeran para defender la frontera del reino de Valencia.
El siguiente tramo de la ruta es uno de los preferidos por cualquiera que se suba a una moto. Se trata del puerto de La Carrasqueta, cuyo curvilíneo trazado reúne los fines de semana a decenas de motoristas. Las vistas panorámicas tras coronar sus 1.020 metros bien merecen una fotografía para nuestro particular álbum de la ruta.
Cuesta abajo, entre pinares y masías, la ruta atraviesa Ibi y Banyeres de Mariola. Estas carreteras de la provincia de Alicante presentan buen asfalto y son sinuosas, lo que garantizan el disfrute de la conducción. Además, son zonas con buen clima durante la mayor parte del año.
Y para no terminar de alegrarnos la vista con castillos, el trazado llega a Biar. Allí espera una nueva huella del imperio almohade, cuyo culmen se encuentra en el municipio final de la ruta. La fortaleza de Villena pone fin a un serpenteante camino de poco más de 100 kilómetros, ideales para disfrutar de ir sobre ruedas entre historia, sol y naturaleza.
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