El interior de la provincia de Alicante tiene esconde entre sus montañas una de las poblaciones que genera mayor ilusión.
Esas dos tradiciones han hecho de Ibi un pueblo referente en el interior de la provincia. De hecho, el tercer polígono industrial más grande, tras Alicante y Elche, se encuentra en esta localidad. La apuesta de grandes marcas jugueteras en los años 60 por asentarse en esta zona hizo que su crecimiento fuera notable. Hoy en día, la industria juguetera sigue siendo importante, pero también ha dejado paso a otros sectores que se han hecho hueco para mantener el espíritu industrial del municipio.
Los juguetes crean esa ilusión que todo niño tiene de pequeño. Para contribuir todavía más a ello, Ibi es uno de los puntos de referencia donde vivir una Navidad de ensueño. La población fue la primera en levantar un Monumento a los Reyes Magos de Oriente, que junto a otros lugares de interés, como la Iglesia Parroquial de la Transfiguración, el Monumento al Festero, el Monumento a los Heladeros o el Monumento al Centenario del Juguete, hacen de la visita a Ibi una experiencia única.
La otra parte de la tradición de Ibi, la de los helados, se vive de manera especial en las épocas más calurosas. Los artesanos heladeros elaboran desde hace décadas estas refrescantes delicias. La construcción de neveros en las sierras que rodean la población hizo que estos artesanos crecieran en número y fama. Hoy en día, quién no ha probado la cantidad de sabores que dan a su bien más preciado. Músicas, plazas y monumentos en honor al helado forman parte también del imaginario colectivo de los habitantes de Ibi. Y no es para menos, porque están riquísimos.
Y como no podía ser de otra manera, Ibi celebra Moros y Cristianos, entre otras muchas fiestas. Pero una de las que hay que vivir en la propia piel de cada uno es ‘Els Enfarinats’, donde una guerra de harina y petardos invade la población y a todo aquel que se encuentre cerca. ¿Quieres más razones para visitar Ibi?
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